Lunes de agosto
¿Qué si sueño?
hace tanto tiempo que no lo hago
que se me ha olvidado cómo hacerlo,
la lluvia y las lagrimas han borrado
en el espacio de la existencia disfrazada
de realidad todos mis efímeros sueños.
A veces mi subconsciente se empapa de anhelo,
cuando veo tu lindo pestañear
y tu mirada profunda acompañada
de fugaces sonrisas que me quieren enseñar
como soñar otra vez, en otra dimensión.
¿Qué que siento?
hace tanto tiempo que ya no siento,
que el frio de mi sangre
ya no puede entibiarse.
Se calienta y aviva por efímeras llamas.
Me siento tan ahogado de no sentir
que tal vez acaricio la esperanza
en la tersura de tu suave cabello
y me ahogo en el perfume de azúcar
de la sutil ternura tuya.
Olvidar dejar pasar
que el destino
y todas esas pútridas cosas
separan la esperanza de la realidad.
Perdido en el bullicio de la falta de sentido
acaricio siempre el filo que corta mi corazón,
no te preocupes por mí, todo es fugaz
y el dolor me vuelve como costumbre.
No quiero nada, no busco tu corazón,
no busco la luz en tu interior,
me basta con la cálida sonrisa que me dedicas,
los gestos suaves y tiernos que anuncian
tu inocencia, tu clara aura.
Me conformaré y resignaré
con el ansiado lunes de agosto,
que anuncie el otoño,
mis hojas caerán de mis ramas
como las lagrimas de mis ojos,
tu adiós esta tan pronto
y los lunes de agostos se terminan.